El 2 de febrero de cada año es el Día Mundial de los Humedales y en él se conmemora la fecha en que se adoptó la Convención sobre los Humedales, el 2 de febrero de 1971 (más conocido como Convenio RAMSAR)
Son 160 las partes contratantes de este Convenio con 2070 sitios RAMSAR que cubren 206 millones de hectáreas en todo el planeta. Desde 1997, todos los años organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales y grupos de ciudadanos de todos los niveles de la comunidad han aprovechado la oportunidad para realizar actos y actividades encaminados a aumentar la sensibilización del público en general acerca de los valores de los humedales y los beneficios que reportan en general y la Convención de Ramsar en concreto.
Cada año, además de lo anterior, la Convención de RAMSAR propone una temática concreta relacionada con estos. Algunos de ellos fueron, por ejemplo “Humedales Sanos, Gente Sana” (año 2008);
“Los humedales y el manejo de las cuencas hidrográficas” (año 2009); “Humedales, turismo y recreación” (año 2012);
“Humedales y agricultura” (año 2014); y, en este presente año 2017 se centra en la temática
“Humedales para la reducción del riesgo de desastres”.
Pero, ¿Qué se entiende por humedal?
Son uno de los entornos más productivos del mundo, y son cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir. Son indispensables por los innumerables beneficios o «servicios ecosistémicos» que brindan a la humanidad, desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.
La Convención (RAMSAR) aplica una definición amplia de los humedales, que abarca todos los lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes coralinos, y sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas. Asimismo, los humedales están catalogados como hábitat prioritario por la Directiva Hábitats y su protección no solo está basada en la conservación de los valores naturales, sino también en la protección de las aguas y de los beneficios que generan para el hombre.
En
España tenemos 74 humedales RAMSAR. Entre nuestros humedales, se incluyen algunos ecosistemas únicos en el contexto de Europa occidental. No obstante, y aunque está aprobado por el Real Decreto 435/2004 aún no se ha terminado de realizar el
Inventario Español de Zonas Húmedas (no estando determinada ni su correcta y completa identificación ni la gestión específica consecuente).

Fuente: http://www.nationalgeographic.com.es/viajes/grandes-reportajes/los-5-mejores-humedales-de-espana-2_8921/4
Sin embargo, como con todo, ni los humedales han sido percibidos siempre desde una perspectiva tan benévola ni pueden valorarse de forma aislada.
Por una parte, tradicionalmente los humedales se consideraban como foco de enfermedades, terrenos que podían ser utilizados para fines productivos y un obstáculo en general. Por otra, los requerimientos hídricos para mantener las características de los humedales (sean permanentes o temporales/intermitentes) los convierte en “competidores” por el recurso agua. Este segundo punto no es baladí y supone un enorme conflicto entre sectores sociales que da más de un dolor de cabeza a los gestores que tienen que equilibrar los requisitos ambientales y las demandas sociales de los recursos (véase el caso de La Mancha Húmeda con las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel).
En cuanto a Extremadura, tenemos 2 sitios RAMSAR: Complejo Lagunar de La Albuera y el embalse de Orellana con unos increíbles valores ambientales y paisajísticos además de numerosos servicios que nos brindan directa e indirectamente. Muestra de ello es la importancia del
turismo y el avistamiento de aves en Extremadura, y en particular, en las zonas húmedas .
No obstante, son
más de 348 humedales en la región que, en su mayoría artificiales, albergan a medio millón de aves acuáticas como la garza, la grulla o el ganso, lo que los convierte en paraísos de biodiversidad. Esta característica, dota a la región de unas particularidades muy especiales: son lugar de importante biodiversidad, pero también son más vulnerables a las acciones del hombre por depender en gran medida de la condición de artificial de estos humedales.

Fuente: http://www.birdinginextremadura.com/viajar/birding/es/extremadura-aves/detalles/438c9907-df67-11e3-9129-e41f13b8b5fa/
Extremadura es agua
Así es uno de los eslóganes de Turismo de Extremadura. Y no le falta a la verdad. Son innumerables los rincones de agua dulce que salpican nuestra comunidad. Y no sólo hablamos de aguas de baño: arroyos, charcas, embalses, manantiales y lagunas se hacen eco de este mensaje. No obstante, esta diversidad tiene mucho que ver con la transformación de Extremadura a partir de los años 50 y el famoso Plan Badajoz, donde se empezaron a construir los principales embalses.
La vida se abre paso y muestra de ello es la biodiversidad y todos los valores asociados a los humedales extremeños.
Pero seamos realistas, este origen mayoritariamente antrópico y la dependencia de un recurso cada vez más escaso y codiciado los hace tremendamente vulnerables. Motivo añadido para disfrutar de ellos y reivindicar, en este día como en cualquier otro, la necesidad de proteger, pero sobretodo y principalmente de disfrutar de todo lo que nos brindan.